Empieza a ponerse de moda en mi ámbito decir aquello de «yo no tengo facebook».  Y, siendo sincero me fastidia que ahora la gente lo diga como una virtud cuando durante años decir eso era como ser un extraterrestre.  Y es que ya era hora que la gente empezase a pensar en utilizar las cosas porque realmente son útiles, y no simplemente por que es lo último y todo lo último irremediablemente debe ser bueno. Parece increíble pensar que hay gente que se suscribe a blogs de «lo último», solo para adelantarse en el desayuno y decir aquello de «habeis visto lo último de..?». Y no quiero decir que no disfrute leyendo los últimos avances en mi campo o que no se me quede la boca abierta con.. nose.. las nuevas camaras digitales. Lo que digo es que no es mejor por ser nuevo, ni por ser mas caro y en un 99% de las ocasiones los usuarios no sacan provecho de las posibilidades que tienen a su alcance. ¿Para que tener un fantástico portátil de 7 núcleos, si lo uso para mandar mensajes, si nó le saco el máximo partido, si nó lo exprimo de verdad?. ¿Para que quiero un móvil de 40 megapixeles si nó se aprovecharlo y configurar las opciones o tratar las fotografías, para que quiero un televisor de 52 pulgadas si lo voy a usar para ver las noticias, y para que quiero 300 contactos en el servicio de mensajería de turno si nó hablo mas que con 5. Es una mezcla compulsiva del peor consumismo y del mas recalcitrante egocentrismo que a veces se apodera de nosotros.

No es tanto tener lo último como reconocer lo realmente innovador cuando pasa ante tus ojos. La verdad es que si uno mira con detenimiento a veces el futuro se puede atisbar con bastante antelación, algunos incluso convierten esa habilidad en ingresos económicos. Tengo un vago recuerdo de la primera revista que salió a los kioskos dedicada a internet, recuerdo que tenía un nombre rimbombante y estrambótico, algo así como ‘cibernautas’ o, talvez fuese ‘navegantes’ (ahora el término ha evolucionado a ‘internautas’ que cosas).  Recuerdo la cara de asombro de mi primo, cuando entre aspavientos le enseñe un artículo donde hablaban de las primeras ‘webcam’ y lo increíble que nos pareció poder ver una (de no mas de 250×200 pixeles) a través de InfoVía. Uno se imaginaba asomado a una ventana de cualquier parte del mundo. Recuerdo que la revista comentaba la posibilidad de ver trailers de películas en internet, y los dos divagabamos y hablamos de que seguramente la gente en otros países tendría incluso cámaras web dentro de los cines y que podríamos colarnos en las salas y lo fantástico que sería.. ironias del destino, unos años después descargabamos screeners en Edonkey, que por cierto tuvo un clarísimo precursor en Napster.

Siempre hay precursores, a veces algo triunfa y resulta que solo se trata de una tecnología existente a la que se le ha dado un nuevo uso, o que se ha aplicado de forma un poco distinta. Los smartphones por ejemplo, tienen un claro precursor en las PDA de hace 15 años, yo tuve una y conocí la sensación que ahora nos venden como revolución en aquel entonces. En ellas se podía navegar,  mirar el correo, hacer fotografías, editar un fichero de word, ver una presentación y gracias a su tecnología resistiva poseía una capacidades de reconocimiento de escritura que todavía distan mucho de conseguir los smartphone debido a la precisión que le aportaba el uso del stilus y no el dedo como puntero. Pero ese modelo murió.

Netmeeting a finales de los 90.

Netmeeting a finales de los 90.

He oído a alguien decir que uno empieza a ser mayor cuando habla de cosas que los demás han olvidado, y creo que es cierto. Puede que todo esto suene anticuado,  pero pienso que no lo es, yo por mi profesión estoy obligado a estar siempre actualizado, además cerrarme a lo nuevo, autolimitarme, sería algo que nunca haría. Soy enemigo de cerrarse puertas voluntariamente, es una especie de norma que me autoimpongo y procuro cumplir siempre que puedo, bastante te limitan ya las propias circunstancias. Creo que es al revés, creo que son los que creen que algo es mejor solo porque es nuevo los que se autolimitan y que además están equivocados porque lo nuevo o lo caro no es siempre mejor, solo lo parece. La vida, y nuestra realidad con ella, esta llena de idas y venidas, épocas buenas y malas para tal y cual cosa, avances y retrocesos, y lo que ocurre ahora no tiene que ser necesariamente mejor y yo a decir verdad disfruto encontrando la verdadera utilidad de las cosas, sacar el máximo partido, tratar de estrujarlo al máximo. Creo que en eso algo me ayudó tener un padre informático. En la época en que me padre programaba (aquellos programas en COBOL) la informática en muchos de sus aspectos se parecía mas a un número de magia en el que unos pocos estaban convencidos de que las cosas de podían hacer de otra manera y creaban (a veces con mucho esfuerzo) cosas que por aquel entonces  parecían maravillas de la tecnología mas que una verdadera ciencia con base. De todas formas aquella forma de entender la informática en la que, a través de los nuevos medios que entonces aportaban los ordenadores personales un informático podía replantear un negocio, mejorar un proceso industrial, o facilitar, de la forma que lo hicieron los primeros programas y las primeras redes, la vida de la gente, para mi todavía esta llena de nostalgia y, como si fuese una película de los ochenta, llena de una luz especial. Aquellos programadores que entonces se enfrentaban a titánicos listados en papel continuo, torres de papel y hojas milimetradas, y a pantallas verde fosforito donde, cualquier cosa gráfica, se tenía que dibujar pixel a pixel o utilizando aquellos 256 caracteres de ASCII, todavía me parecen un poco los héroes de un mundo difícil.. cargados de un poco de regio romanticismo en un medio laboral donde mas de una vez se premiaba mas el ser despierto que el ser listo.

Imagen creada a partir de caracteres ascii.

Imagen creada a partir de caracteres ascii.

Tengo algunos recuerdos sueltos de los tiempos del inicio de internet en mi pais, sobre el año 96, mi padre nos llevaba al trabajo para que conectaramos a la red, y nos descargabamos cualquier cosa, dibujos, comics, fotos de películas, de sitios, y las grababamos en una grabadora a 1x (30 minutos por cada cd). Eran los tiempos del Olé, de Altavista, de Angelfire. Recuerdo que uno iba a las salas del Yahoo-chat y al entrar en seguida la gente tenía deseos de hablar y de conocer otras culturas.

Me acuerdo los grupos de news donde la gente ponía preguntas de todo tipo, y aquellas listas de distribución infinitas. Apenas que te apuntabas a 8 o 10, podías facilmente llegar a recibir 500 o 1000 mensajes al día, sobre cualquier tema, a veces especializadísimos, la internet no entendía ni de países ni de clases sociales y, a pesar de que había muchísimos menos usuarios en internet te daba la sensación de llegar a millones de personas.  La gente te escribía sin conocerte, te hacía preguntas, te mandaba sugerencias. La red conectaba a la gente globalmente, ahora la red se utiliza para crear círculos locales. Para hablar con gente que quizás vive a una manzana de tí. Para hablar con amigos que antes hubieses llamado por teléfono, para separar y crear nichos, para encerrar a la gente en sus territorios, en sus rincones en vez de para conectar con el mundo, y eso es algo que nunca se hubiese imaginado la gente que como yo tuvieron la suerte de usar internet en sus orígenes y una pena. Por eso digo orgulloso que yo no uso facebook, ni he entrado jamas a twiter, ni he tenido jamás whatapp,  y la gente se enfada cuando se lo digo, y yo les digo que yo ya usaba Netmeeting mucho antes de que nadie hubiese oído hablar de todo eso.

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Tal vez el problema esté ahí, en pensar que cualquier cosa que se haga hoy irremediablemente es mejor a todo aquello que se hizo antes de ayer, que cada generación es mas lista, mas hábil y mas guapa que la anterior y que toda persona es la mejor, o la mas dotada en decenas de cosas.

Hemos perdido la capacidad de esforzarnos, o por lo menos, de hacerlo demasiado, nos llenamos de derechos y hablamos de nuestros grandes sacrificios, cuando en realidad la mayoría de las veces nos movemos por lo mediocre. Toda determinación y todo sacrificio tiene dos partes, la primera es la parte fácil, lo fácil de casi todo cualquier sacrificio es no buscar, ni estar predispuesto a algo. La segunda parte es mucho más difícil y es la que se presenta cuando tenemos que negar una situación a pesar de que, aun sin buscarla se nos sirva en bandeja. Cuando parece que, el hacer algo no va a acarrear ninguna consecuencia, y cuando de manera subconsciente buscas justificarte diciendo que un paso atrás es admisible porque has dado muchos pasos adelante y tienes la suficiente autoridad moral para cometer un error. Esa segunda parte es mucho mas difícil porque ahora no se trata de escribir un curriculum, no es un título o una línea bajo nuestro nombre.

Hay mucho titulado, el mejor de, el defensor de, el mas creyente, el mas anárquico, el mas ilustrado. Y durante algún tiempo me preguntaba como hacía la gente para ser tantas cosas en tan poco tiempo. Pero cuando pasas los 30, es curioso, de repente ves a la gente fallar y caer. Ves a aquel que hacia el ecologismo su bandera cortar un árbol en su jardín, ves a enérgicas luchadoras del feminismo y la igualdad social engañar a sus parejas con un patán.. ves al que va de superior y de listo por la vida no dar la talla cuando de verdad se presenta el reto.. ves a los amigos para siempre mentirse, o peor, dejar de hablarse.. ves a gente huir a otra ciudad para escapar.. huir de su casa, abandonar a sus mayores, ignorar los problemas ajenos.. Es como si todo se apresurase de repente y aquellos que no estaban preparados de verdad saltasen en marcha.

Lo difícil no es aparentar, es ser, sacrificar oportunidades que traicionan lo que crees y perder el tiempo aún cuando sabes que te haces mayor y que las oportunidades que rechazas no volverán a presentarse. Cuando las cosas vienen malas, cuando hay que dar el callo, es cuando hay que demostrar que mas allá de nuestro yo egocéntrico, somos mas. A veces pienso que cuando las personas del futuro se fijen en esta época (si no nos matamos antes los unos a los otros), en que define este siglo, les llamará la atención el culto que hacemos del «yo», aquello que llamábamos el muro de facebook, nuestros miles de vídeos mediocres en aquello que se llamaba youtube, el amor a nosotros mismos.. les parecerá cómico la forma en que las mujeres se castigan el rostro con pinturas y maquillajes, como a nosotros nos parecen cómico el aspecto de los faraones egipcios, investigarán los restos de esta época y intentarán adivinar para que servían los implantes de seno, como  se podía caminar usando tacones, los zapatos con alza, para que servía un esmoquin, y que significado tenían las rastas. ¿Tendrán televisión? si la tienen, quizás puedan ver nuestros programas de televisión, a lo mejor todas nuestras emisiones del último siglo les quepan en el bolsillo.. que pensarán de nuestro gran hermano, de supervivientes o de los programas del corazón?, que pensarán de nuestras fronteras, nuestros egoísmos nacionales, de nuestras guerras.. puede que hagan como nosotros, denominar los defectos del pasado como épocas oscuras y seguir vendiendo el presente como la perfección de la civilización humana, sin tener la perspectiva de sus propios defectos porque solo admitiendo que se es mediocre se puede mejorar.