La vida ha surgido en la Tierra y las últimas investigaciones apuntan a que podría haberlo hecho, no solo una, sino varias veces. Eso significaría que la vida no solo sería posible, sino probable en otros lugares, esto es un hecho cierto indiscutible. Además, la vida en la Tierra no se da exactamente bajo condiciones óptimas: este es un planeta razonablemente bueno para albergar vida del tipo de la nuestra, pero no de los mejores. Estuvo a punto de extinguirse en muchas ocasiones y todas ellas resurgió más fuerte, casi de la nada.

Ni los cambios climáticos extremos, ni los cambios atmosféricos pudieron con ella. En estos momentos, se sospecha que hasta 24 exoplanetas confirmados podrían reunir mejores condiciones para el tipo de vida que se da en la Tierra. (Dirk Schulze-Makuch, René Heller, and Edward Guinan: «In Search for a Planet Better than Earth: Top Contenders for a Superhabitable World»Astrobiology, vol. 20, #12 (Dec 2020) 1394-1404. doi: 10.1089/ast.2019.2161)

En realidad, y quitando las importantísimas implicaciones en biología, medicina, bioquímica y demás ciencias de la vida, por eso sería tan importante encontrar un segundo origen de la vida, porque la vida tal como la conocemos podría ser tan solo una astronómicamente afortunada casualidad, algo así como un «celebro de Boltzmann» de la biología pero… Si aparece un segundo génesis totalmente independiente de las condiciones que se dan en nuestro planeta… entonces irremediablemente el universo debe estar lleno de vida.