El otro día alguien comentó junto a mi «Que poco me gusta cuando llueve.. hace que todo apeste a m .. .. .. da!». Es una de esas frases que me han hecho sentirme enfurecido con el mundo.. la frase la escuche un día que volvía del trabajo, al cruzar el pequeño parque que hay enfrente de mi casa. Instintivamente no puede evitar olfatear a izquierda y derecha buscando aquel desagradable olor pero lo único que llego a mi nariz fue el olor a la tierra mojada, a humedad y a la marisma del mar que suele haber cuando llueve y las nubes están bajas. Como se puede no reconocer ese olor? a mi me resulta uno de los olores mas agradables que existen y me resulta impensable que la vida de alguien pueda estar tan alejada de la realidad que el olor a tierra mojada o a mar le parezca olor a.. deposiciones. Quizás la gente que piensa así se avergüence de ir al retrete, seguro que después se aseguran de vaciar uno o dos botes de desodorante para que nadie note que ellos mismos o algo de ellos mismos pueden oler de semejante manera. Me recordó algo que me había pasado la semana anterior, y que como poco también me dio que pensar.. estaba haciendo unas compras en Carrefour y justo detrás de nosotros en la cola iba una señora que se quejaba ruidosamente de que no hubiese una floristería, lo hacia de manera alterada y en voz alta, como si fuese el delito mayor del mundo, «es increíble», «algo tan necesario».. nos miraba a todos y se quejaba de forma muy brusca. Al mirar su carro vi que lo llevaba lleno de macetas ornamentales. Sin yo preguntárselo la mujer se volvió hacia mí y me explicó.. «las voy a cortar por aquí ves, quedará bonito», tardé unos segundos todavía en darme cuenta de que lo que me decía era que iba cortar las flores y tirar las macetas para hacerse un ramillete. Como se puede despreciar la vida de semejante manera?. Despreciamos la vida y a la vez valoramos nuestra propia vida mas que todas las cosas, es una contradicción.
Creo que por eso me gusta que llueva, cuando llueve la gente huye de las calles, temen mojarse, les fastidia la lluvia porque no pueden hacer nada contra ella.. cuando llueve fuerte no puedes evitar mojarte, se te mojan los pies, el viento sopla y es difícil caminar con el paraguas, a mi me gusta sentir el frío en mi cara y que llueva fuerte, el olor de la tierra, los riachuelos por las calles.. la mayoría de la gente le huye a la lluvia y las calles se quedan vacías, yo no lo entiendo, es solo agua, es tan natural como el olor a la tierra mojada.. al césped, la forma en que cruje el viento en los árboles, incluso los fastidiosos charcos.. cuando era pequeño me gustaba saltarlos haciendo trampolín con mi paraguas, jugar bajo la lluvia le gusta a todos los niños, después, al crecer, algo se estropea en nuestro cerebro, algo que nos cambia y nos convierte en otra cosa, dejamos atrás la inocencia, el cariño incondicional y construimos una nueva personalidad que resalta nuestro yo, sobre todas las demás cosas.
Hoy llueve mucho, y yo, después de un verano muy seco, disfruto como un enano como siempre me ha gustado, es mi hora de descanso y voy a tomar un café, el bar donde voy tiene una terraza bajo techo, hace un poco de fresco, pero tenía ganas de estrenar el abrigo, me apetecía mucho, me voy a sentar allí a leer el periódico y a ver de llover, que, junto con el café, son tres de mis mayores placeres de toda la vida. Estoy seguro que a algunas personas esto les parecería aburrido, y si se los dijera me dirían que que es lo que tiene de divertido ver de llover, pero a mi me sigue encantando, pasar despacio las hojas de mi periódico, mientras afuera llueve mucho, no me imagino nada que pudiera apetecerme mas hoy, ademas me he escapado antes y no pienso tomarme ninguna prisa, no tengo ninguna duda, el café tiene mucho mejor sabor cuando hace frío.