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El ácido carglúmico, ¿un nuevo aliado en la insuficiencia renal avanzada?

El ácido carglúmico es un análogo estructural del N-acetilglutamato, que es el activador natural de la carbamilfosfato sintetasa, la primera enzima del ciclo de la urea. Se utiliza en el tratamiento de la hiperamoniemia debida a una deficiencia de la N-acetilglutamato sintasa. En pocas palabras, este fármaco fuerza al hígado a acelerar la destrucción de los desechos del metabolismo de las proteínas rebajando por tanto la presencia de estos derivados del amonio en la sangre que envenenan el organismo y reducen la calidad de vida en estos pacientes. Parece interesante, especialmente en veterinaria donde no se practican trasplantes y donde muy difícilmente se trabaja la diálisis, les dejo el enlace.

https://www.vademecum.es/principios-activos-carglumico+acido-a16aa05

Insufuciencia renal y leishmania

El tratamiento de primera elección de cualquier forma de leishmaniasis es con antimoniales pentavalentes. Existen dos presentaciones: el antimoniato de meglumina, que contiene 85 mg de la molécula Sbv por ml, y el estibogluconato de sodio, con 100 mg de la molécula Sbv por ml. El mecanismo de acción de estos dos fármacos se basa en la interferencia en la bioenergética del parásito.

Antes de iniciar el tratamiento, el paciente debe ser evaluado clínicamente, a fin de descartar problemas hepáticos o renales.

Entre los tratamientos de segunda elección en caso de resistencia del parásito a los antimoniales pentavalentes se encuentran:

  • La anfotericina B: es un antimicótico poliénico muy activo contra la leishmania, que se administra por vía intravenosa. Su mecanismo de acción descansa en las alteraciones que provoca en la membrana celular del parásito, alterando su permeabilidad con la pérdida de potasio, aminoacidos y purinas; no obstante, su uso es muy limitado por las serias complicaciones adversas que provoca, como nefropatías, miocarditis e hipocalemia, que pueden desencadenar hasta la muerte.
  • Isotionato de pentamidina (pentamidina): fármaco derivado aromático de la diamidina. Es más tóxica que los antimoniales pentavalentes y la anfotericina B.
  • Sulfato de paramomicina (aminosidina): es un antibiótico aminoglucósido que inhibe la síntesis de proteína y altera la permeabilidad de la membrana celular del parásito. Los principales efectos adversos son nefrotoxicidad y ototoxicidad. Se administra por vía intramuscular.
  • Miltefosina: es un fármaco utilizado inicialmente como antineoplásico, y después se encontró que poseía actividad antileishmania. Tiene como mecanismo de acción la inhibición del metabolismo de la membrana lipídica del parásito. Sin embargo, es teratogénico (produce defectos de nacimiento no hereditarios), razón por la cual su uso está restringido en mujeres en edad fértil; además, provoca reacciones gastrointestinales como náuseas, vómitos, diarreas y dolor abdominal. Se administra por vía oral.

https://www.portalveterinaria.com/animales-de-compania/articulos/21534/tratamiento-de-la-leishmaniosis-canina.html

El SDMA: un indicador temprano de la enfermedad renal.

De acuerdo con un estudio reciente llevado a cabo en 32 gatos sanos de edad avanzada por investigadores de la Universidad Estatal de Oregón e IDEXX Laboratories, un biomarcador descubierto recientemente puede brindar detección temprana de la enfermedad renal crónica.

El estudio demostró que el biomarcador, llamado SDMA (dimetilarginina simétrica), es la mejor forma de medición de la función renal en gatos de edad avanzada superando la medición de la creatina. Este novedoso biomarcador identificó la aparición de la enfermedad renal en un promedio de 17 meses antes de la prueba estándar para esta enfermedad, que mide los niveles de creatina sérica.

La creatina es un marcador para la descomposición de la proteína muscular, pero dado a que a medida en que envejecen la mayoría de los gatos pierden masa corporal magra, sus niveles de creatina podrían ser normales. La SMDA no está influenciada por la masa corporal magra, por lo que es una medida mucho más exacta de la pérdida de la función renal.

Indicadores tempranos

El color de las heces de tu perro pueden ser indicativo de que algo no va muy bien. Es frecuente que los dueños no presten atención a esto sin embargo a veces puede alertarnos sobre alguna enfermedad en curso. Si notas que su color está cambiando independientemente de que sean sólidas o líquidas, con una alta probabilidad no sea nada, pero si ya haces que no vas al Vet, quizás sería una buena idea y así evitamos problemas mayores.

Uropatía obstructiva, la gran desconocida.

Que tu gato valla muchas veces al cajón o beba agua de forma irregular puede ser algo que te pase desapercibido pero un cálculo obstruyendo las vías renales puede dejar a tu gato tocado de muerte en unas horas ya que el reflujo inunda la cavidad renal y estos pierden su función y se deterioran para el resto de la vida. Por eso es importante estar atento a estas señales, os dejo un estupendo documento que encontré sobre el tema.

Ureterolitiasis

atención de urgencia en insuficiencia renal aguda:

  • BQM:
    • controlar CREA (en felinos valores mayores de 2.0) indican IR
    • niveles de sodio y potasio: estrechamente relacionados con la f.renal
  • Ecografia renal:
    • En busca de obstrucciones en uréter
    • Riñones dilatados indican falla aguda, riñones comprimidos daño crónico
  • Realizar Sondado para vaciado de vejiga.
  • Rehidratación: A falta de diálisis se rehidrata y se fuerza la diuresis.
  • Tratar la posible hiponatremia: nauseas, vómito, confusión.
  • Descartar origen tóxico / farmacológico
  • En caso de IRA el tratamiento suele incluir analgésicos para el dolor, corticoides para tratar de minimizar el daño renal y amitriptilina para tratar la inflamación y algún relajante muscular.
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Indicadores básicos de daño hepático, renal, pancreático.

Marcadores de daño hepático, renal o pancreatico

 Ante sintomas extraños de los que desconocemos el origen nuestro veterinario siempre optará por realizar una serie de baterías analíticas para tratar de realizar un diagnóstico. Una de las pruebas analíticas más comunes y de mayor utilidad clínica inicial son los niveles en los marcadores hepáticos, renales y de pancreas. Los más importantes son:

Transaminasas (AST,ALT): Nos dan una idea de la integridad del hígado. Cuando las mascotas ingieren ciertos tóxicos, o tienen ciertas enfermedades hepáticas, éstos parámetros suelen estar muy elevados.La mas importante es la alanina aminotransferasa (ALT) mide la cantidad de esta enzima en la sangre cuya liberación puede indicar destrucción del tejedo hepático.

Fosfatasa alcalina (ALKP ó ALP): En presencia de elevación de las transaminasas puede reforzar el diagnóstico de daño hepático que puede ser de diferentes orígenes: higado graso, hepatitis, obstrucción biliar o cirrosis, tumor de higado. En ausencia de niveles elevados de transaminasas puede revelar otro tipo de problemas ocultos, ya que también pueden provocar la elevación de los niveles de ALKP algunos tumores como el pancreatico, el gastrico, el pulmonar o los del aparato reproductor, metástasis oseas o el deterioro o rotura de huesos por una fractura o por algún proceso degenerativo.

Urea y Creatinina: La urea (también denominada BUN) y la creatinina (CRE) son elementos de deshecho del metabolismo, y su aumento en la sangre nos orienta sobre la función de los riñones. Hay diferentes opiniones sobre cual de estos dos indicadores es el más fiable ya que la urea puede oscilar ligeramente dependiendo de la ingesta de alimentos y la creatinina es un producto del metabolismo muscular y puede verse influenciada por el ejercicio físico. El cociente de ambas BUN/CREA también tiene valor diagnóstico.

Lactato deshidrogenasa (LDH): Es una encima que se libera cuando ocurre daño en muchos tipos de tejido, habitualmente se ha utilizado para sugerir daños en el musculo cardiaco en infartos y otras patologías cardiacas aunque también se encuentra aumentada en presencia a de daño hepático agudo y lesión renal y es un buen estimador de la efectividad de la quimioterapia.

Proteínas plasmáticas: En el plasma sanguíneo (la fracción líquida de la sangre) existe un gran número de proteínas diferentes. En los análisis rutinarios medimos la cantidad total de proteínas en la sangre (PT) y la albúmina (ALB), que es una proteína muy abundante en la sangre. La diferencia entre ambas nos da el valor de globulinas (GLOB). La mayoría de las globulinas son anticuerpos, por lo que cuando están aumentadas pensamos fundamentalmente en una infección.

La albúmina es la proteína más abundante del plasma sanguíneo, es decir, lo que quedaría de la sangre cuando quitamos todas las células (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas).  Se produce en el hígado y tiene muchas funciones, como  transportar distintas sustancias por todo el organismo (hormonas, vitaminas, medicamentos, enzimas e iones como el calcio), controla la salida y entrada de líquido de los vasos sanguíneos, es un buen indicador de nuestro estado global de nutrición.
Cuando los niveles son bajos, suelen aparecer edemas. Un nivel bajo de albúmina en sangre puede deberse a que no se consume suficiente proteínas en su dieta, que el hígado no la forma correctamente o que los riñones tienen una enfermedad que favorece su pérdida por orina en grandes cantidades.

Lipasa: La lipasa (LIPA) nos indica el estado del páncreas. Si está elevada puede tratarse de una pancreatitis; un problema que suele causar vómitos, dolor abdominal y deshidratación en los perros.

La gasometría, esa gran desconocida

La gasometría es una prueba muy importante cuando se presentan síntomas inespecíficos como temblores, palpitaciones, o síntomas neurológicos. Puede indicar carencias respiratorias, sirve a los médicos para evaluar el funcionamiento del sistema cardio-respiratorio y puede revelar una acidosis, que cuando tiene origen metabólico (generalmente renal), puede agravar enormemente los síntomas de una enfermedad renal y costar la vida a nuestro animal si no se acude con rapidez a un centro veterinario para que puedan corregir el desequilibrío.

Se realiza mediante un analizador de gases, que mide directamente parámetros indicativos de la presencia y proporción de ciertas sustancias en la sangre como la presión parcial de CO2 (PCO2), que se expresa en mmHg; la presión parcial de O2 (PO2), que se expresa en mmHg, o el  porcentaje de bicarbonato sódico en sangre (HCO3), que se expresa en mEq/l. También se pueden calcular otros parámetros, entre los que destacan el exceso de bases (EB) y la saturación de oxígeno (SO2).

Las mediciones de estos parámetros en sangre arterial se expresan con la notación “a”, los de sangre venosa con una “v” y los tomados en sangre venosa mixta con una “vm”, así:
PaCO2 es la presión de dióxido de carbono en sangre arterial
PaO2 es la presión de oxígeno en sangre arterial
PvCO2 es la presión de dióxido de carbono en sangre venosa periférica
PvO2 es la presión de oxígeno en sangre venosa periférica
PvmCO2 es la presión de dióxido de carbono en sangre venosa mixta
PvmO2 es la presión de dióxido de carbono en sangre venosa mixta

Los cuatro parámetros fundamentales en sangre arterial a la hora de determinar una carencia respiratoria o un desequilibrio acido-base son los siguientes:
– PH: mide la resultante global de la situación del equilibrio ácido-base. En sí mismo, no es un parámetro de valoración de la función respiratoria. Su interés reside en que nos habla del “tiempo de las alteraciones respiratorias”, no de las alteraciones respiratorias propiamente dichas, es decir, nos habla de si un proceso respiratorio es agudo o crónico, o de cuando un proceso crónico se agudiza.
– PaCO2: mide la presión parcial de dióxido de carbono en sangre arterial. Se trata de un parámetro de gran importancia diagnóstica, pues tiene estrecha relación con una parte de la respiración, la ventilación (relación directa con la eliminación de CO2). Así, cuando existe una PaCO2 baja significa que existe una hiperventilación, y al contrario, cuando existe una PaCO2 elevada significa una hipoventilación.
– PaO2: mide la presión parcial de oxígeno en sangre arterial. Es un parámetro de gran utilidad, ya que evalúa la otra parte de la respiración: la oxigenación (captación de oxígeno del aire atmosférico). Una PaO2 baja significa que existe hipoxemia (falta de oxígeno) y una PaO2 elevada, una hiperoxia (intoxicación por exceso de oxígeno).
– HCO3: mide la situación del componente básico del equilibrio ácido-base. Tampoco mide ningún aspecto de la función respiratoria, sino que nos habla de si un proceso es agudo o crónico. Un mal funcionamiento renal puede llevar a la perdida de HCO3 (bicarbonato) lo que puede desencadenar una acidosis metabólica.