Las quinolonas, los antibióticos cuando todo falla.

Las fluoroquinolonas son el grupo de antibióticos formado por ciprofloxacino, levofloxacino, moxifloxacino, norfloxacino y ofloxacino. A este se suma la Enrofloxacina en uso veterinario.

Tienen efecto bactericida (causan muerte de la bacteria) mediante la inhibición de síntesis de ADN bacteriano. El efecto bactericida es concentración dependiente: cuanto más alta es la concentración sérica alcanzada, mayor eficacia bactericida tiene el antibiótico.

Son antibióticos de amplio espectro, ya que cubren tanto grampositivos como gramnegativos. Las primeras quinolonas cubrían principalmente bacilos gramnegativos aerobios. El desarrollo de quinolonas de segunda y tercera generación ha ido añadiendo cobertura frente a grampositivos y anaerobios.

En la siguiente tabla se detalla el espectro antibacteriano de las principales quinolonas:

Sensibilidad quinolonas.

El uso de quinolonas se ha asociado con la selección de microorganismos resistentes, no solo a este grupo de antibacterianos sino a otras familias de antibióticos.

Uropatía obstructiva, la gran desconocida.

Que tu gato valla muchas veces al cajón o beba agua de forma irregular puede ser algo que te pase desapercibido pero un cálculo obstruyendo las vías renales puede dejar a tu gato tocado de muerte en unas horas ya que el reflujo inunda la cavidad renal y estos pierden su función y se deterioran para el resto de la vida. Por eso es importante estar atento a estas señales, os dejo un estupendo documento que encontré sobre el tema.

Ureterolitiasis

atención de urgencia en insuficiencia renal aguda:

  • BQM:
    • controlar CREA (en felinos valores mayores de 2.0) indican IR
    • niveles de sodio y potasio: estrechamente relacionados con la f.renal
  • Ecografia renal:
    • En busca de obstrucciones en uréter
    • Riñones dilatados indican falla aguda, riñones comprimidos daño crónico
  • Realizar Sondado para vaciado de vejiga.
  • Rehidratación: A falta de diálisis se rehidrata y se fuerza la diuresis.
  • Tratar la posible hiponatremia: nauseas, vómito, confusión.
  • Descartar origen tóxico / farmacológico
  • En caso de IRA el tratamiento suele incluir analgésicos para el dolor, corticoides para tratar de minimizar el daño renal y amitriptilina para tratar la inflamación y algún relajante muscular.
cv_26_Insuficiencia_renal

Indicadores básicos de daño hepático, renal, pancreático.

Marcadores de daño hepático, renal o pancreatico

 Ante sintomas extraños de los que desconocemos el origen nuestro veterinario siempre optará por realizar una serie de baterías analíticas para tratar de realizar un diagnóstico. Una de las pruebas analíticas más comunes y de mayor utilidad clínica inicial son los niveles en los marcadores hepáticos, renales y de pancreas. Los más importantes son:

Transaminasas (AST,ALT): Nos dan una idea de la integridad del hígado. Cuando las mascotas ingieren ciertos tóxicos, o tienen ciertas enfermedades hepáticas, éstos parámetros suelen estar muy elevados.La mas importante es la alanina aminotransferasa (ALT) mide la cantidad de esta enzima en la sangre cuya liberación puede indicar destrucción del tejedo hepático.

Fosfatasa alcalina (ALKP ó ALP): En presencia de elevación de las transaminasas puede reforzar el diagnóstico de daño hepático que puede ser de diferentes orígenes: higado graso, hepatitis, obstrucción biliar o cirrosis, tumor de higado. En ausencia de niveles elevados de transaminasas puede revelar otro tipo de problemas ocultos, ya que también pueden provocar la elevación de los niveles de ALKP algunos tumores como el pancreatico, el gastrico, el pulmonar o los del aparato reproductor, metástasis oseas o el deterioro o rotura de huesos por una fractura o por algún proceso degenerativo.

Urea y Creatinina: La urea (también denominada BUN) y la creatinina (CRE) son elementos de deshecho del metabolismo, y su aumento en la sangre nos orienta sobre la función de los riñones. Hay diferentes opiniones sobre cual de estos dos indicadores es el más fiable ya que la urea puede oscilar ligeramente dependiendo de la ingesta de alimentos y la creatinina es un producto del metabolismo muscular y puede verse influenciada por el ejercicio físico. El cociente de ambas BUN/CREA también tiene valor diagnóstico.

Lactato deshidrogenasa (LDH): Es una encima que se libera cuando ocurre daño en muchos tipos de tejido, habitualmente se ha utilizado para sugerir daños en el musculo cardiaco en infartos y otras patologías cardiacas aunque también se encuentra aumentada en presencia a de daño hepático agudo y lesión renal y es un buen estimador de la efectividad de la quimioterapia.

Proteínas plasmáticas: En el plasma sanguíneo (la fracción líquida de la sangre) existe un gran número de proteínas diferentes. En los análisis rutinarios medimos la cantidad total de proteínas en la sangre (PT) y la albúmina (ALB), que es una proteína muy abundante en la sangre. La diferencia entre ambas nos da el valor de globulinas (GLOB). La mayoría de las globulinas son anticuerpos, por lo que cuando están aumentadas pensamos fundamentalmente en una infección.

La albúmina es la proteína más abundante del plasma sanguíneo, es decir, lo que quedaría de la sangre cuando quitamos todas las células (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas).  Se produce en el hígado y tiene muchas funciones, como  transportar distintas sustancias por todo el organismo (hormonas, vitaminas, medicamentos, enzimas e iones como el calcio), controla la salida y entrada de líquido de los vasos sanguíneos, es un buen indicador de nuestro estado global de nutrición.
Cuando los niveles son bajos, suelen aparecer edemas. Un nivel bajo de albúmina en sangre puede deberse a que no se consume suficiente proteínas en su dieta, que el hígado no la forma correctamente o que los riñones tienen una enfermedad que favorece su pérdida por orina en grandes cantidades.

Lipasa: La lipasa (LIPA) nos indica el estado del páncreas. Si está elevada puede tratarse de una pancreatitis; un problema que suele causar vómitos, dolor abdominal y deshidratación en los perros.

Interpretación de análisis serológico (proteinograma)

La realización de un análisis sérico hematológico y un proteinoma sérico es una de las pruebas más básicas que se realizan a un animal cuando se sospecha de algún tipo de patología. Las proteínas de la sangre se componen de albuminas y globulinas de tipo beta y gamma. Entre estas globulinas se pueden encontrar:

  • Globulinas ALFA 1, formadas por:
    o α lipoproteína o HDL lipoproteína, transporta el colesterol desde los vasos sanguíneos al hígado.
    o α1 glucoproteína ácida o seromucoide. Reactante de la fase aguda.
    o α1 antitripsina y α1 antiquimiotripsina. Las dos con carácter enzimático inhibidor.
  • ALFA 2. Se compone de:
    o Macroglobulina o antiplasmina α2.
    o Haptoglobina, que elimina la hemoglobina por el retículo endotelial.
    o Proteína C reactiva o factor de respuesta específica a la inflamación.
  • BETA se incluyen:
    o Fibronectina, presente en los procesos de fagocitosis.
    o β lipoproteína o LDL lipoproteína. Transporta el colesterol desde el hígado a los vasos sanguíneos.
    o Transferrina o proteína que transporta el hierro hasta la médula ósea.
    o β2 microglobulina. Es una cadena ligera del complemento HLA.
    o β1 glucoproteína. Específica del embarazo y tumores.
    o Transcobalamina 2, se encarga del transporte de vitamina B12 (cobalamina).
    o Hemopexina. Retiene el grupo hemo liberado en la hemólisis.
  • GAMMA
    o En ella se agrupan los anticuerpos, por lo que se relaciona con patologías infecciosas.

El equilibrio y la proporción de estas proteinas puede servir de indicio inicial para el diagnóstico de diversas enfermedades, entre ellas:

Mas info en

El ácido carglúmico, ¿un nuevo aliado en la insuficiencia renal avanzada?

El ácido carglúmico es un análogo estructural del N-acetilglutamato, que es el activador natural de la carbamilfosfato sintetasa, la primera enzima del ciclo de la urea. Se utiliza en el tratamiento de la hiperamoniemia debida a una deficiencia de la N-acetilglutamato sintasa. En pocas palabras, este fármaco fuerza al hígado a acelerar la destrucción de los desechos del metabolismo de las proteínas rebajando por tanto la presencia de estos derivados del amonio en la sangre que envenenan el organismo y reducen la calidad de vida en estos pacientes. Parece interesante, especialmente en veterinaria donde no se practican trasplantes y donde muy difícilmente se trabaja la diálisis, les dejo el enlace.

https://www.vademecum.es/principios-activos-carglumico+acido-a16aa05

Insufuciencia renal y leishmania

El tratamiento de primera elección de cualquier forma de leishmaniasis es con antimoniales pentavalentes. Existen dos presentaciones: el antimoniato de meglumina, que contiene 85 mg de la molécula Sbv por ml, y el estibogluconato de sodio, con 100 mg de la molécula Sbv por ml. El mecanismo de acción de estos dos fármacos se basa en la interferencia en la bioenergética del parásito.

Antes de iniciar el tratamiento, el paciente debe ser evaluado clínicamente, a fin de descartar problemas hepáticos o renales.

Entre los tratamientos de segunda elección en caso de resistencia del parásito a los antimoniales pentavalentes se encuentran:

  • La anfotericina B: es un antimicótico poliénico muy activo contra la leishmania, que se administra por vía intravenosa. Su mecanismo de acción descansa en las alteraciones que provoca en la membrana celular del parásito, alterando su permeabilidad con la pérdida de potasio, aminoacidos y purinas; no obstante, su uso es muy limitado por las serias complicaciones adversas que provoca, como nefropatías, miocarditis e hipocalemia, que pueden desencadenar hasta la muerte.
  • Isotionato de pentamidina (pentamidina): fármaco derivado aromático de la diamidina. Es más tóxica que los antimoniales pentavalentes y la anfotericina B.
  • Sulfato de paramomicina (aminosidina): es un antibiótico aminoglucósido que inhibe la síntesis de proteína y altera la permeabilidad de la membrana celular del parásito. Los principales efectos adversos son nefrotoxicidad y ototoxicidad. Se administra por vía intramuscular.
  • Miltefosina: es un fármaco utilizado inicialmente como antineoplásico, y después se encontró que poseía actividad antileishmania. Tiene como mecanismo de acción la inhibición del metabolismo de la membrana lipídica del parásito. Sin embargo, es teratogénico (produce defectos de nacimiento no hereditarios), razón por la cual su uso está restringido en mujeres en edad fértil; además, provoca reacciones gastrointestinales como náuseas, vómitos, diarreas y dolor abdominal. Se administra por vía oral.

https://www.portalveterinaria.com/animales-de-compania/articulos/21534/tratamiento-de-la-leishmaniosis-canina.html