Marcadores de daño hepático, renal o pancreatico
Ante sintomas extraños de los que desconocemos el origen nuestro veterinario siempre optará por realizar una serie de baterías analíticas para tratar de realizar un diagnóstico. Una de las pruebas analíticas más comunes y de mayor utilidad clínica inicial son los niveles en los marcadores hepáticos, renales y de pancreas. Los más importantes son:
Transaminasas (AST,ALT): Nos dan una idea de la integridad del hígado. Cuando las mascotas ingieren ciertos tóxicos, o tienen ciertas enfermedades hepáticas, éstos parámetros suelen estar muy elevados.La mas importante es la alanina aminotransferasa (ALT) mide la cantidad de esta enzima en la sangre cuya liberación puede indicar destrucción del tejedo hepático.
Fosfatasa alcalina (ALKP ó ALP): En presencia de elevación de las transaminasas puede reforzar el diagnóstico de daño hepático que puede ser de diferentes orígenes: higado graso, hepatitis, obstrucción biliar o cirrosis, tumor de higado. En ausencia de niveles elevados de transaminasas puede revelar otro tipo de problemas ocultos, ya que también pueden provocar la elevación de los niveles de ALKP algunos tumores como el pancreatico, el gastrico, el pulmonar o los del aparato reproductor, metástasis oseas o el deterioro o rotura de huesos por una fractura o por algún proceso degenerativo.
Urea y Creatinina: La urea (también denominada BUN) y la creatinina (CRE) son elementos de deshecho del metabolismo, y su aumento en la sangre nos orienta sobre la función de los riñones. Hay diferentes opiniones sobre cual de estos dos indicadores es el más fiable ya que la urea puede oscilar ligeramente dependiendo de la ingesta de alimentos y la creatinina es un producto del metabolismo muscular y puede verse influenciada por el ejercicio físico. El cociente de ambas BUN/CREA también tiene valor diagnóstico.
Lactato deshidrogenasa (LDH): Es una encima que se libera cuando ocurre daño en muchos tipos de tejido, habitualmente se ha utilizado para sugerir daños en el musculo cardiaco en infartos y otras patologías cardiacas aunque también se encuentra aumentada en presencia a de daño hepático agudo y lesión renal y es un buen estimador de la efectividad de la quimioterapia.
Proteínas plasmáticas: En el plasma sanguíneo (la fracción líquida de la sangre) existe un gran número de proteínas diferentes. En los análisis rutinarios medimos la cantidad total de proteínas en la sangre (PT) y la albúmina (ALB), que es una proteína muy abundante en la sangre. La diferencia entre ambas nos da el valor de globulinas (GLOB). La mayoría de las globulinas son anticuerpos, por lo que cuando están aumentadas pensamos fundamentalmente en una infección.
La albúmina es la proteína más abundante del plasma sanguíneo, es decir, lo que quedaría de la sangre cuando quitamos todas las células (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas). Se produce en el hígado y tiene muchas funciones, como transportar distintas sustancias por todo el organismo (hormonas, vitaminas, medicamentos, enzimas e iones como el calcio), controla la salida y entrada de líquido de los vasos sanguíneos, es un buen indicador de nuestro estado global de nutrición.
Cuando los niveles son bajos, suelen aparecer edemas. Un nivel bajo de albúmina en sangre puede deberse a que no se consume suficiente proteínas en su dieta, que el hígado no la forma correctamente o que los riñones tienen una enfermedad que favorece su pérdida por orina en grandes cantidades.
Lipasa: La lipasa (LIPA) nos indica el estado del páncreas. Si está elevada puede tratarse de una pancreatitis; un problema que suele causar vómitos, dolor abdominal y deshidratación en los perros.