Adenocarcinoma canino

(Last Updated On: 2 de enero de 2023)

Líneas de actuación en el adenocarcinoma canino.

El adenocarcinoma es un cancer que tiene su origen en las celulas que forman parte de la mucosa o del recubrimiento de las glandulas de excrepción del cuerpo. Existen diferentes tipos de adenocarcinoma, y su tratamiento, evolución y pronostico depende del origen del tumor primario (mama, recto, colon, prostata, estomago..). Por su naturaleza (por provenir de células con un alto potencial de replicación) es un tumor de agresividad media por lo que ante la sospecha de la existencia de un tumor primario este debe ser abordado sin tardanza.

Ante la confirmación de la existencia de un tumor lo primero que hay que hacer es asegurarse que el tumor que vemos es el primario y que NO hay un tumor primario escondido que no vemos.

Esto se realiza mediante pruebas de imagen:

 Radiografía del tórax : radiografía de los órganos y huesos del interior del pecho. (Se puede hacer en cualquier clínica veterinaria)

 Exploración TAC: procedimiento mediante el cual se toma una serie de imágenes detalladas del interior del cuerpo, como el abdomen, la pelvis o el pecho, desde ángulos diferentes. Este procedimiento también se llama tomografía computada, tomografía computarizada o tomografía axial computarizada. (Lo hacen generalmente en clínicas especializadas). Esta prueba es cara, normalmente se realiza cuando existen dudas y al comienzo del tratamiento.

OTROS

  • Ecografia endorrectal (en caso de adenocarcino rectal) : procedimiento para examinar el recto y los órganos cercanos.

Vale, estamos ante el cáncer primario.

Una vez confirmado el diagnostico, probablemente nuestro veterinario nos propondrá una estirpación completa si esto es posible. No debe extrañarnos por tanto que la primera actuación sea la resección completa del tumor con márgenes de seguridad amplios. Al extirpar el tumor podemos hacer pruebas histológicas para confirmar su tipo y su agresividad. Entonces tenemos que preocuparnos de contener el tumor.

El cáncer se disemina en el cuerpo de tres maneras.

El cáncer se puede diseminar a través del tejido, el sistema linfático y la sangre:

  • Tejido. El cáncer se disemina desde donde comenzó y se extiende hacia las áreas cercanas a través de la mucosa o de la pared de la mucosa.
  • Sistema linfático. El cáncer se disemina desde donde comenzó hasta entrar en el sistema linfático. El cáncer se desplaza a través de los vasos linfáticos a otras partes del cuerpo.
  • Sangre. El cáncer se disemina desde donde comenzó y entra en la sangre. El cáncer se desplaza a través de los vasos sanguíneos a otras partes del cuerpo.

    Estadios

    Se pueden definir diferentes escalas para el avance de la enfermedad que representan varios grados de infiltración (estadios), El sistema TNM es uno de los sistemas de estadificación de mayor uso y consta de un valor numérico entre 0 y 5. En el grado 0 el tumor es local y se encuentra confinado a un tejido. En los estadios 1 y 2 el cáncer se encuentra solo en mucosa, con poca probabilidad de que haya llegado a otras zonas.

    En los estadios 2B y 2C y superiores, el cáncer ha afectado a uno o más ganglios linfáticos y/o ha afectado a órganos cercanos.

    Tratamientos una vez conocido el estadío.

    Grado 1:

    El tumor está localizado, el tratamiento después de la cirugía es preventivo. En medicina humana el protocolo sería dar radioterapia en los bordes de la operación para asegurar la eliminación completa de cualquier rastro [ref] (si aparecen repeticiones en el mismo lugar puede realizarse una segunda cirugía más agresiva). En medicina veterinaria (en España) no existe la radioterapia en animales, así que a falta de esta, se suele recurrir a resección amplia y quimioterapia preventiva.

    Aunque existen muchos esquemas de tratamiento, los protocolos en adenocarcinoma suelen incluir antineoplásicos como los derivados del platino, el 5-FU (5-fluorouracilo) y el Methotrexato [ref]. También es normal el uso de Firecoxib (Previcox), un inhibidor de Cyclooxygenase-2 (COX2) una ruta metabólica relacionada con el crecimiento aberrante del tumor.

    Grado 2:

    Existe peligro de que el tumor se propague, por eso el tratamiento se enfoca a minimizar al máximo el riesgo de metástasis. En esta etapa en algunos casos de adenocarcinoma, como por ejemplo el adenocarcinoma de mama es de empleo común la Capecitabina (Xeloda). Este fármaco pertenece al grupo de los agentes citostáticos, que actúan dificultando el crecimiento del tumor. Este fármaco ofrece resultados muy prometedores para líneas de adenocarcinoma que responden a tratamiento hormonal (alrededor del 40% de los adenocarcinomas de mama). Desgraciadamente tampoco es posible realizar pruebas de marcadores tumorales en la práctica clínica veterinaria por lo que no es posible evaluar la efectividad del tratamiento contra esta diana terapeutica.

    Otros fármacos prometedores en adenocarcinoma incluyen el Toceranib (Palladia), que se ha usado con éxito en adenocarcinoma canino [ref], cuya alternativa humana es el Imatinib (Gleevec), un inhibidor de varias rutas metabólicas celulares del grupo tirosina-cinasas relacionadas con el crecimiento (c-Kit), resistencia a drogas (Bcr-Abl), dispersión y formación de colonias (CSF, SCF) y los procesos de angiogénesis (PDGFR-alfa, PDGF-beta). También puede ser de utilidad en adenocarcinoma con respuesta hormonal farmacos hormonosupresores como el Tamaxifeno. El adenocarcinoma de mama por ejemplo, se origina a partir de en células que constituyen el revestimiento interno de las glándulas de secreción mamaria por tanto en un alto porcentaje son dependientes para su desarrollo del nivel de hormonas. El tamoxifeno rebaja estos niveles a la vez que sensibiliza al tumor haciendo más efectivos los tratamientos tradicionales por eso es incluido en muchos de los tratamientos combinados.

  • Como alternativa a estos tratamientos el veterinario puede abordar algún tratamiento inmunológico, que consiste en intentar despertar una respuesta inmunológica de las propias defensas del cuerpo contra el tumor, recurriendo a fármacos como el Interferón o vacunas tumorales específicas [ref].

    Otros tratamientos de utilidad no convencionales:

    • Entre las posibles causan que concurren en la trasformación de una célula en cancerosa se encuentran los cambios que se producen en la respiración celular (que se produce en las mitocondrias) y en la forma en que la célula obtiene energía. En ese contexto muchos estudios [ref,ref,ref] sugieren que la cúrcuma puede mejorar el pronóstico revertiendo en parte este proceso y induciendo la apoptosis (suicio celular) en algunas líneas de adenocarcinoma.
    • El mecanismo subyacente a la aparición de metástasis es complejo, pero puede conllevar trastornos que cursan con estrés crónico y exposición prolongada a hormonas del estrés. Se ha demostrado que una de estas hormonas, la noradrenalina, estimula la migración de células tumorales a otras partes del organismo. En este contexto, algunos estudios experimentales [ref,ref] han propuesto el uso de beta-bloqueantes (principalmente propranolol) que a dosis pequeñas parece interferir en desarrollo de nuevos vasos sanguíneos, si bien es tratamiento debe ser valorado de cerca por un cardiologo.

    Grado 3:

    El grado tres engloba a los pacientes en los que ya se ha presentado una o más metástasis a distancia. El protocolo llegado a este punto consiste un mantener durante el mayor tiempo posible estabilizada a la enfermedad y detener su progreso incontrolado.

    Según el número y la localización del tumor, en esta fase pueden proponerse nuevas cirugías para eliminar la mayor parte posible de la carga tumoral. Una vez hecho esto se decide una terapia de quimioterapia de rescate. En medicina humana, muchos médicos prefieren administrar radioterapia junto con quimioterapia antes de la cirugía cuando ya se ha presentado una repetición del tumor, ya que reduce la probabilidad de que el cáncer regrese y tiene menos complicaciones que la radiación administrada después de la cirugía. En medicina veterinaria se puede intentar un tratamiento de quimioterapia de segunda línea, siempre que este sea bien tolerado. Usualmente este se lleva a cabo en ciclos repetitivos con periodos de descanso, controlando siempre en estado del animal y su tolerancia al tratamiento. Los regímenes más comunes incluyen FOLFOX (oxaliplatino, 5-FU, y leucovorín), 5-FU más leucovorín o capecitabina. Pero en gran número de protocolos existentes hacen necesario que el profesional veterinario decida el tratamiento a seguir después de un estudio pormenorizado siempre busque maximizar el bienestar y la calidad de vida del animal enfermo.

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