Tal vez la chispa mas pequeña de lo que hace que estemos vivos, se encuentre en nuestras células. A poco que lo pensemos la sola existencia de una célula es algo asombroso.. una célula es a fin de cuentas un organismo en si mismo, de hecho, los organismos unicelulares parece que fueron la regla durante mucho tiempo. Un organismo minúsculo eso si y sin embargo, algo tan pequeño es capaz de alimentarse, de respirar y aprovechar los procesos de oxidación y fermentación, de hacer la fotosíntesis para obtener energía y de almacenarla, de replicarse, de moverse (las bacterias por ejemplo, cuentan con sofisticados mecanismos de tracción como flagelos y hélices rotoras), de agruparse para formar tejidos, de engullir a otra célula y fagotizarla, de replicarse a sí misma, de formar sociedades complejas como en los seres superiores, de transmitir impulsos y hasta de coordinarse (como sucede en el suicidio celular) en lo que pareciese ser un conocimiento de su propio propósito. Y lo más sorprendente de todo es que si miramos dentro de la propia célula seguimos encontrando que cada una de sus partes es a la vez igual de increíble, la transcripción de genes, la síntesis de proteínas.. ¿podría haber algo más increible que eso?. Incluso un virus, sustancialmente más simple, aunque no puede hacer esas cosas, es maravilloso en su complejidad; Que algo tan simple pueda anclarse a una célula, infectarla, reemplazar su información genética no esencial, es sorprendente!. Creo que un virus no es más complejo porque no necesita serlo. Si un virus tuviera que vivir por si mismo y hacer parte de lo que hace una célula simplemente sería una célula.
Célula y vida son casi sinónimos.. La celula es a fin de cuentas, la suma de todos los procesos químicos y vitales que necesita la vida, y esta es el resultado de la célula. La vida sin la célula no sería posible, pero pueden existir otro tipo de células, como ocurre con las células animales y vegetales. En la Tierra solo hay dos pero podría haber 10 tipos de células, o 50.. a lo mejor en sitios que no esperamos, puede que encontremos algún nuevo tipo de bacteria en el frío Titan, quien sabe. Los grandes saltos en la civilización se han dado impulsados por grandes desafíos que han hecho cambiar el ritmo del progreso. La invención del microscopio, el descubrimiento de la penicilina, el telégrafo, la primera radio, el descubrimiento de la radioactividad, la carrera espacial, los satélites, los móviles.. algo aparece y de repente los ritmos cambian y se abren puertas inimaginables para lo bueno y para lo malo. Yo creo que ese algo podría estar a nuestro alcance, si lo queremos buscar, por que no, quizás en Titan o en el subsuelo de Marte, quizás exista nueva vida más cerca de lo que creemos. Algo así de seguro cambiaría el ritmo del mundo pero sobre todo de la exploración espacial para siempre. No solo por las implicaciones que tendría en todas las ciencias de la vida sino por el enorme entendimiento que nos reportaría sobre los propios procesos que conforman un ser vivo. Creo que mucha gente no se da cuenta que ahí fuera puede estar la solución a nuestros problemas ambientales, puede haber nuevas fuentes inagotables de energía, puede estar la clave para el desarrollo de la nano-tecnología, de nuevas formas de medicina, tal vez de la curación del cáncer, puede estar la clave para entender los procesos de la propia tierra, para predecir los huracanes o los terremotos o incluso podemos encontrar cosas inesperadas, nuevas reglas de la física, nuevos misterios, que nos hagan avanzar miles de años tecnológicamente en solo unas décadas. La exploración espacial no es un capricho es una oportunidad. El ser humano no está hecho para dejar la casa, pero hacerlo y explorar aunque sea la casa de al lado tiene enormes consecuencias y abre enormes realidades.
A billion years from now, when everything on Earth we’ve ever made has crumbled into dust, when the continents are changed beyond recognition and our species is unimaginably altered or extinct, the Voyager record will still speak for us.
– Carl Sagan
(Dentro de un billón de años, cuando todo lo que recordaba al hombre en la tierra se haya convertido en polvo, cuando los continentes hayan dejado de ser reconocibles y nuestras especies estén inimaginablemente cambiadas o extintas, las grabaciones de la Voyager continuarán hablando por nosotros).
Actualización 08-2018: Los mismos astronautas que realizaron el último vuelo del trasbordador Atlantis de la NASA en 2011 en el vuelo que puso fin para siempre al programa de trasbordadores de la NASA (STS o Space Transport System) realizarán el vuelo inaugural tripulado de la nueva era de lanzadores con las naves «Crew Dragon» desarrollas por SpaceX y las «StarLiner» de la empresa Boing. Un bonito detalle que aunque simbólico homenajea a esta generación de astronautas que siguieron arriesgándo sus vidas a pesar de los accidentes de la Challenger y del Columbia. Crecí viendo en televisión despegar a los trasbordadores de la NASA y siempre los recordaré con cierto tono melancólico.. y no solo porque el primer transbordador de la NASA se llamase «Enterprise» ni porque el trasbordador Atlantis salvara la tierra en las películas «Deep Impact» y «Armageddon». 😉