
La interpretación de una radiografía como cualquier disciplina en diagnostico por imagen es una tarea complicada y que requiere una práctica y metodología depurada que solo puede dar un especialista en imagen. Sin embargo hay algunos conceptos básicos que nos pueden ayudar a entender mejor que nos están mostrando y a tranquilizarnos en cierta manera. A la hora de poder entender que nos están explicando en una radiografía lo primero importante es estar al menos vagamente familiarizado con la anatomía en este caso es perros que nos ayudará a saber que estamos viendo y la distribución de los principales órganos.
Ante una sospecha de enfermedad los médicos generalmente prescriben una primera radiografía simple de torax y solo si en esta aparece alguna forma sospechosa se requiere de una segunda radiografía lateral o de técnicas más precisas como el TAC. Esto en principio debe ser suficiente para descartar una enfermedad grave en curso aunque por la resolución que pueden ofrecer los RX esta prueba no nos vale si lo que queremos en descartar enfermedades iniciales o de pequeño tamaño (por debajo de 3mm) siendo en estos casos preciso el TAC.
La radiográfica de torax se realiza en posición decúbito supino (imagen 1a) en esta forma tendremos una buena vista del estomago, intestino, hígado, bazo y pulmones (imagen 1b).
Una vez que identificamos la silueta de los principales órganos, lo siguiente que debemos hacer es clasificar lo que vemos en función de su tonalidad de gris (desde el blanco impoluto de los huesos hasta el negro). La escala cromática nos indicará la densidad del objeto que vemos, como forma indicativa podemos considerar la siguiente escala:
Según la cual, los huesos y los depósitos de calcio (pueden formarse a partir de un traumatismo) aparecen en color blanco. Mientras que los depósitos de líquido y grasa se dibujan en gris. El aire intestinal que en principio puede alarmarnos aparece como manchas oscuras. En la radiografía adjunta (imagen 2) por ejemplo vemos la ocurrencia de gases abundantes a nivel de colon lo que indica una mala digestión y por tanto un proceso benigno sin significancia clínica.
Los objetos sólidos como monedas o anzuelos que nuestro perro pudiese haber ingerido aparecen también en color blanco y líneas de contorno bien definidas. En cuando a los nódulos bien sean surgidos a partir de un proceso benigno (crecimiento lento, no invasivo) o a un proceso tumoral, aparecerán de color blanquecino y contorno no definido. Algunos de estos procesos (no necesariamente malignos) aparecen en bazo o hígado en perros de edad avanzada sin que tengan consecuencias fatales, aunque en estos caso es mejor realizar un estudio ecográfico.

